whats
WhatsApp: Rebelión en la granja
Miguel Ran
La actual batalla
entre whatsapp y telegram tiene un actor extra: Los usuarios y su
rebelión. ¿Y el campo popular y antisistémico?
¿Somos simples observadores o queremos participar? Para hacerlo
necesitamos construir una política tecnológica desde el
pueblo y para el pueblo.
Un inmenso terremoto silencioso
En este momento, enero de 2021, hay un silencioso terremoto.
Muchas personas ni
siquiera lo han notado, pero un gigante de la tecnología
está sintiendo los golpes. Las dimensiones del fenómeno
son a escala planetaria. Estamos hablando de millones de personas, de
millones de dólares, de geopolítica, de actores de poder
de primera línea. De una batalla en una guerra entre gigantes:
whatsapp vs telegram, ¿Usa vs Rusia?.
¿Qué está pasando?
Pasó un
cambio, otro más, en las políticas de privacidad de
whatsapp (que nos llegó a todos) porque Mark Zuckerberg quiere
unificar nuestros datos en sus empresas facebook y whatsapp.
Acostumbrado a
poner las reglas de juego en el planeta como se le antojan, lo hace sin
demasiado cuidado. Sin querer, ha generado una reacción de los
usuarios que se han empezado a pasar de a millones a otras plataformas
de mensajería, sobre todo a Telegram (¡Que para colmos
geopolíticos es una empresa Rusa!).
Protocolo de Crisis
No tengo pruebas,
pero tampoco tengo dudas: En este momento en las oficinas de facebook
(dueña de whatsapp) están despĺegando un protocolo de
crisis. ¡Necesitan parar la sangría! Están sacando
comunicados en todos los idiomas, haciendo encuestas, instruyendo a sus
periodistas y sus influencers “amigos” para que transmitan
un mensaje “correcto” (la nota de TN tecnología es
un buen ejemplo). Están desplegando una política de
control de daños. Sus usuarios se están instalando otras
aplicaciones para chatear y hay que detenerlos.
En las oficinas de
Telegram tampoco duermen hace días: De repente y sin aviso, cae
maná del cielo. ¡millones de usuarios nuevos! Este David
quiere asestar más golpes a Goliat: sus periodistas e
influencers también se mueven, escriben, el equipo de
traductores reproduce en todos los idiomas.
David y Goliat
contemplan todos los métodos: comunicados, notas
“casuales”, trapos sucios y fake news. Es la guerra y vale
todo.
La necesidad de rebelarse
Es un combate
entre capitalistas, pero este terremoto se debe a otro fenómeno:
Estamos ante una insurrección de los usuarios.
Y no, no es el
mayo francés. Es una insurrección limitada a lo virtual
donde nos cambiamos al servicio de un capitalista más chico.
Pero la rebelión es salud y les recuerda a los monstruos que
estamos vivos.
Los usuarios se
sienten presos de las empresas y aprovecharon la oportunidad: Un cambio
de políticas de Whatsapp, un poco más agresivas,
dió la señal de largada.
La rebelión
necesita la posibilidad del triunfo: nadie va a empezar una pelea que
cree que va a perder: Y lo que empezó como un acto individual,
funcionó y entonces se convirtió en un movimiento de
millones.
Entonces Mark
Zuckerberg, que parecía invencible, empezó a sentir los
golpes. Y millones de usuarios sienten, de repente, que al monstruo le
entran las balas. ¡Podemos hacerle daño!
Esta
rebelión muestra nuestra fuerza pero también nuestra
debilidad: ¿Empoderarnos consiste es que las reglas de juego las
ponga una empresa más débil? De última sólo
estamos cambiando de aplicación para comunicarnos pero seguimos
sin tener control sobre nuestro principal canal de comunicación
en nuestra vida ni sobre toda la tecnología que usamos
cotidianamente.
Seguiremos presos de Whatsapp
Aunque muchos
migremos a Telegram u otra app, lo que es muy bueno, igual seguiremos
atrapados en Whatsapp y Mark Zuckerberg lo sabe. Es que muchas
personas, amigos y familiares(*) simplemente no se pueden cambiar y si
queremos seguir comunicados con ellos debemos mantener whatsapp en
nuestros dispositivos, nos impongan las reglas que nos impongan. Son un
monopolio y nuestra comunicación pasa por sus carriles y por sus
reglas. En algunos países, España por ejemplo, los
menores de 45 años usan telegram para el trabajo y amigos, y
whatsapp para los padres, abuelos y la familia. No tenemos la
posibilidad de desinstalar Whatsapp.
(* Son personas que dudan si pueden aprender a usar otra aplicación más, y que no se animan ni a intentarlo)
Si no podemos dejar Whatsapp, ¿por qué la preocupación de Mark?
Porque si whatsapp pasa a ser la red de los abuelos y padres, a largo plazo está muerta.
Cuando Mark
Zuckerberg se dio cuenta de que Facebook se convirtió en la red
social donde estamos con nuestros abuelos, decidió comprar
Whatsapp e Instagram que son más juveniles.
Cada nueva
generación quiere una red social donde no estén sus
padres. La disputa con la red Tic Toc tiene que ver con la edad de sus
usuarios. USA sabe que la red de sus adolescentes no puede ser china.
La disputa es por los jóvenes de 12 a 17 años.
Pensar una política tecnológica revolucionaria
Esta
rebelión, distinta, hay que estudiarla. Facebook, google, el
departamento de estado, el kremlin y todos ellos ya la están
estudiando. Por ejemplo, es muy probable que el próximo cambio
Whatsapp lo ensayé primero en algún mercado
pequeño antes de pasarlo a escala planetaria.
Pero nosotros, los
revolucionarios, tenemos que sacar nuestras conclusiones y no burlarnos
de esta “lucha de clases en los dispositivos”. La
Tecnología es cotidianamente importante para nuestro pueblo y
necesitamos pensar una política tecnológica
antisistemica, anticapitalista y revolucionaria.